1. Introducción
La
físicas más determinantes en el
fuerza muscular, en sus diversas manifestaciones, es una de las capacidadesrendimiento y la eficacia de las respuestas motoras. Porrendimiento
motor (más alto, más lejos...); y por
En estas dos propiedades del comportamiento motor (rendimiento y eficacia) la fuerza
muscular contribuye mucho (Ball y col., 1992; Katic, 1995, Payne y col., 1997; Hetzler y
col. 1997; Falk y Mor, 1996; Faigenbaum, 2000; Fleck, 1998; Suei y col., 1998). Pero la
(o resultado) cabe entender los aspectos cuantitativos del comportamientoeficacia aquello que consigue los objetivos deseados.eficacia y el rendimiento
fuerza muscular, por si sola, no garantiza otra propiedad esencial del comportamiento
motor en el deporte: la
son aspectos parciales en el campo de las conductas motrices. Lacorrección (o eficiencia). La corrección depende del grado dedesarrollo de las
organización de la conducta motriz en el espacio (ajustes espaciales) y en el tiempo (ajustes
rítmicos). La corrección se expresa en el refinamiento de la técnica y la economía de
movimientos, contribuyendo en una mejor
necesariamente en su eficacia. Ambas, corrección y eficacia, son propiedades
independientes del comportamiento motor. Por ello, la mejora de la técnica y la economía
de los gestos motores que dotan de mayor corrección al comportamiento motor requieren
complementarse con un desarrollo de la fuerza en particular y de todos los factores de
ejecución en general. Así que convendría adelantar que el entrenamiento de la fuerza en la
iniciación deportiva (en adelante ID) no debe entenderse de forma aislada, sino en relación
al desarrollo del conjunto de capacidades motoras (cuantitativas y cualitativas) del joven
deportista y posteriormente en relación a la especialidad deportiva. Por este orden.
La dificultad que se plantea al hablar de la fuerza en la ID no reside tanto en los
problemas relacionados con la mejora de la capacidad de
cualidad en el contexto de la
fuerza que sean válidas para la mayor parte de las modalidades deportivas. Intentar llegar a
conclusiones que sean comunes para todos los niños y jóvenes que se inicien en alguna
modalidad deportiva tropieza, en primer lugar, con el problema de la especialización del
comportamiento motor. Cada modalidad deportiva plantea requerimientos perceptivos y
demandas motoras altamente específicas. Este es un problema de carácter
exige dirigir la atención a las particularidades de cada modalidad deportiva (baloncesto,
judo, natación, etc.). A esta dificultad técnica, que impide en alto grado la formulación de
proposiciones generalistas, se le ha de añadir otra dificultad no menos importante como es
la de
altamente específicos o el
ambos fines a menudo son contradictorios. Este problema no es técnico y no cabe esperar
que la ciencia lo resuelva satisfactoriamente. Se trata, más bien, de un problema recurrente
en la historia de la educación: el tipo de hombre que debemos formar (y en nuestro caso,
además, deportistas). Tal problema pertenece al ámbito de conocimiento de la axiología
(los valores) y en general de la filosofía e historia de la educación (Delval, 1993,
Landsheere y Landsheere, 1981, Quintana, 1980). La debilidad de la ciencia para dar
cuenta de los valores educativos, no permite resolver satisfactoriamente el problema de qué
orientaciones de valor tiene que tomar la acción educativa. La ID no es en absoluto ajena
a este problema y resulta un campo muy fértil para la discusión de los
capacidades coordinativas y requiere necesariamente de una buenacalidad de las actuaciones, pero nofuerza, como en situar dichaID, esto es, en formular proposiciones para la mejora de latécnico y nosdilucidar que es más importante en la ID: el logro de rendimientos deportivosdesarrollo del joven deportista y en qué dirección, porquederechos del niño(Petrus, 1996), invitando a quienes prescriben y supervisan los entrenamientos infantiles a
una reflexión acerca del tipo de
reflexión no es otra que la de evitar que el deporte infantil se convierta en un
pedagógico.
deportista que se trata de formar. La finalidad de estaproblemaLa cultura actual otorga un alto valor al espectáculo deportivo y al conocimiento
técnico. Las ciencias biotécnicas ponen continuamente a nuestro alcance conocimientos y
medios precisos para la consecución de éxitos deportivos. Existe una alta demanda de este
tipo de conocimientos y en muchas ocasiones se trasladan al campo de entrenamiento de
niños y jóvenes en la búsqueda de éxitos deportivos, hasta el punto de romper las fronteras
reales entre el ocio formativo y el trabajo. El entrenamiento infantil y juvenil altamente
especializado y orientado a la búsqueda de éxitos deportivos a corto plazo plantea el
dilema de si se trata de una actividad formativa o más bien de un “trabajo infantil
encubierto”, del que muchos obtienen beneficios. Para resolver el dilema hay que
establecer prioridades y pensar con lógica: lo que es bueno para el
modalidad concreta
al largo plazo. Exitos deportivos a corto plazo y en edades pre o peripuberales no implican
éxitos en la adultez, sino más bien lo contrario (véase García y Leibar, 1997, Astrand,
1996). Sin embargo, lo contrario es más verosímil: lo que es bueno para el joven deportista
será bueno para el logro de éxitos deportivo en alguna modalidad deportiva concreta,
aunque ello sea en el medio o largo plazo.
Desde este enfoque de búsqueda de rendimientos al largo plazo delinearemos lo
que a nuestro entender son los contenidos básicos y aplicados más relevantes para el
desarrollo de la fuerza muscular en la ID. Comenzaremos por los aspectos más
contextuales, donde necesariamente se ha de plantear la cuestión de la Iniciación Deportiva
y posteriormente por los más particulares y técnicos relacionados con el entrenamiento de
la fuerza.
éxito deportivo en unano necesariamente es bueno para el joven deportista, particularmente2. La Iniciación Deportiva.
Iniciación Deportiva (ID) es un término ibero-americano de amplio arraigo, pero
con ciertas imperfecciones, debidas, básicamente, a una
complicada conceptualización. IDpuede ser muchas cosas a la vez
en torno a cursillos para aprender simplemente a nadar, como a la actividad deportiva
extraescolar en el contexto de escuelas deportivas, como también en centros de
“tecnificación deportiva” e incluso a la iniciación por vez primera al deporte en la edad
adulta o en la vejez. Otra de las imperfecciones reside en su inducción a la
insustancial
comunes a todas las modalidades deportivas y requerimientos específicos que son
particulares a una modalidad deportiva. Lo que se diga para la iniciación al baloncesto no
necesariamente es válido para la gimnasia deportiva, el judo o el voleibol. Tampoco
algunas generalidades que se dan por válidas se pueden salvar de la crítica. Decir por
, desde la actividad de enseñanza que se desarrolla, p.e.,generalización. Ello es debido a que en la ID existen requerimientos genéricos que pueden serejemplo, que la ID debe atender tres grandes etapas de familiarización, desarrollo y
perfeccionamiento depende de los fines que se establezcan (instrumentales, deportivos o
pedagógicos). Una tercera imperfección reside en el hecho de
duración
de aprendizaje de las acciones motoras específicas de una modalidad deportiva, en algunos
deportes podría durar unos meses (p.e., natación, patinaje) y en otros algunos años (p.e.,
deportes de equipo).
Con todo, la mayor imperfección conceptual que estimo más importante en la idea
de una Iniciación Deportiva es que tal concepto es
pierde de vista la realidad cuando se trata de definirlo. Si fuéramos a definir la ID tal cual la
observamos en la realidad encontraríamos muchos problemas para enumerar sus
propiedades, tal cual es una de las funciones esenciales de las definiciones, que a su vez lo
es de la ciencia: la generación de conceptos precisos y certeros. Una silla, p.e., podemos
definirla como un plano horizontal elevado sobre el nivel del suelo, sustentado sobre tres o
más apoyos, elaborado con materiales rígidos y que se utiliza para sentarse. Sin embargo,
para definir la ID nos resultaría muy difícil de eludir lo que la ID
de definir lo que
define de acuerdo a concepciones apriorísticas (o nominalistas), introduciendo
orientaciones de valor en el concepto y ello complica el panorama conceptual. El gran
problema se centra en los fines de la ID.
no saber con certeza su, esto es, cuando empieza y cuando acaba. Si la ID solamente fuera un problemanecesariamente nominalista, esto es, quedebería ser, cuando se tratarealmente es. Como la realidad no nos satisface a todos, cada uno la3. Modelos dominantes de Iniciación Deportiva
El problema de los fines introduce cambios sustanciales en el diseño de los programas
y tareas, que necesariamente deberán ser distintos según sean unos u otros fines. En
función de éstos nos encontramos con tres grandes modelos de ID:
1º.
joven. Si tenemos en cuenta que las grandes constantes históricas de la educación son
la enculturación, la socialización y la personalización (Weber, 1976), una ID de carácter
pedagógico persigue fundamentalmente estos fines. Los fines deportivos (marcas,
títulos, etc.) quedan relegados a un segundo plano. Es una manera de entender la
Iniciación Deportiva como
motrices y el desarrollo personal. Este es el modelo que más se preconiza, pero no está
nada claro que sea el que más se practica. También hay que decir que es el modelo
más difícil de llevar a la práctica, ya que requiere una formación más exhaustiva y
exigente.
.Pedagógico. Lo que se hace está orientado esencialmente a la educación del niño oEducación Física, buscando la mejora de las conductas2º.
nadar, patinar, esquiar, etc. Los elementos pedagógicos no cuentan mucho en este
modelo, son secundarios, debido a que se plantean objetivos
se aprende a nadar en 30 días, esto es mejor que en 40 días.
3º.
ascenso de categoría, etc.). Se entrena
todos los elementos del diseño e intervención en la práctica.
En la realidad los tres modelos indicados no existen en un sentido puro. Más bien
coexisten, combinándose entre ellos en función de las teorías implícitas del entrenador. El
problema que puede surgir, normalmente de tipo pedagógico, ocurre cuando alguno de los
modelos, particularmente el deportivo, adquiere un excesivo protagonismo “comiendo
terreno” a los demás. El gran problema práctico para los entrenadores-profesores que
trabajan la ID reside a mi juicio en saber combinar de una manera dinámica estas tres
grandes orientaciones de la ID, porque dichas orientaciones no deben ser estáticas, su
“peso” o ponderación debe ir cambiando con el avanzar del tiempo. Hay tanto de ciencia
como de arte en esta cuestión; pero entendiendo el arte en su sentido de artesanía más que
en su sentido estético; en el de saber llevar a la practica a unas ideas y concepciones
educativas y deportivas de un modo armonioso, interviniendo necesariamente en todas las
etapas del proceso.
Instrumental. Lo que se hace está orientado simplemente al aprendizaje. P.e., a saberutilitarios a corto plazo. SiDeportivo. Lo que se hace está orientado al logro de fines deportivos (marcas, títulos,para la competición y a ésta se subordinan4. Importancia y subetapas de la Iniciación Deportiva
El problema de conceptualización de la ID se resuelve mediante el establecimiento
de
más relevantes de la ID y cual debe ser su orientación prioritaria en la práctica. Pero hemos
de dejar ésto para otra ocasión porque lo que aquí se trata es de situar el desarrollo de la
fuerza en la ID. Para estos propósitos convengamos que la ID es un
deportiva supervisada, más o menos amplio, que va desde los ocho a los dieciseis años
Estas edades no son aleatorias. La edad de ocho años marca el patrón más común de
inicio al deporte con expectativas de continuidad a medio o largo plazo. La edad de
dieciseis años es más normativa que real. Es el límite inferior del rango de edad (16-18
años) aconsejado por la Comisión Permanente del Consejo de Europa (recomendación
1292) para el inicio del deporte de alta competición, esto es, cuando el entrenamiento se
subordina a la competición y se entrena duramente para conseguir objetivos de
competición importantes a corto plazo. Esta edad podría variar en más menos un año (15-
17 años) dependiendo de la modalidad deportiva que se trate.
convenciones, de alcanzar acuerdos intersubjetivos acerca de cuáles son las propiedadesproceso de la práctica.En este rango de edad 8-16/17 años acontece un desarrollo acelerado de los niños y
niñas en términos cuantitativos (crecimiento) y cualitativos (maduración). Podemos hablar
de un desarrollo biológico, como también de un desarrollo cognitivo y otro social. Los tres
tipos de desarrollo tienden a solaparse en el tiempo y exige observar y valorar a los niños
desde un enfoque integral. En el rango de edad típico de la ID (8-16 años) acontecen tres
subetapas biológicas importantes en el desarrollo humano identificadas como
prepubertad,pubertad
torno a la curva de velocidad del crecimiento y a la maduración de la función reproductora.
Ambos fenómenos pueden acontecer, por ese orden, con una diferencia de seis meses a un
año en condiciones normales (Haywood, 1993). El crecimiento suele preceder por lo
general a la maduración con diferencias de 6 meses a un año, aunque pueden darse
diferencias más amplias de tiempo, debido a influencias ambientales y a las condiciones de
crianza. Paralelamente, la ID puede también dividirse según etapas del desarrollo
y social
y postpubertad. Estas tres divisiones son de carácter biológico y se estructuran encognitivo, en este caso tenemos dos subetapas: niñez avanzada y adolescencia.Tabla 1. Edades del desarrollo humano coincidentes con la Iniciación Deportiva
Uno de los grandes problemas de la ID reside en el desajuste existente entre el
real
tempo(edad) y el tempo psico-biológico (ritmo de crecimiento y maduración). Es normal quelos niños presenten diferencias intraindividuales de dos años en la edad en que se alcanza
el pico de crecimiento y en ocasiones de hasta 5 años y medio (Astrand, 1996). Esto genera
muchas diferencias interindividuales, de tal modo que las divisiones antes indicadas han de
observarse con cautela, porque a una misma edad, p.e., 14 años, dos niños pueden estar
situados en etapas psico-biológicas distintas: uno en la prepubertad y niñez y el otro en
plena pubertad y adolescencia. La capacidad biológica de tolerancia al trabajo físico y la
capacidad cognitiva de obtener representaciones reales y objetivas de su entorno, así como
del esfuerzo y de la habilidad que requieren las cosas pueden ser distintas en niños de una
misma edad, particularmente cuando se llega a la frontera de los 12 años (Nicholls & Miller,
1984; Nicholls, 1978; Nicholls, 1984). Con esta advertencia en mente, hay que reconocer
no obstante la necesidad de unos patrones normativos para describir la relación existente
entre el desarrollo psico-biológico y la edad:
La tendencia a creer que la ID no es realmente un aspecto importante en la vida de
una persona, siquiera para su vida deportiva, es un pensamiento más o menos común. Al
fin y al cabo los entrenadores no pueden predecir qué es lo que hará un niño al año
siguiente o al semestre siguiente. ¿Para qué preocuparse de si importa o no cómo lo
hacemos?. Albergar dudas acerca de la importancia de la ID tiene su lógica, basada en la
incertidumbre de continuidad del niño, pero también en la incertidumbre futura de
resultado. Aunque pudiéramos garantizar una continuidad de los niños en los próximos
años, sabemos que las predicciones a largo plazo son débiles (Rarick & Smoll, 1967;
Haywood, 1993). La tentación de ir a buscar resultados a corto o medio plazo se muestra
como algo más rentable para los entrenadores. Sin embargo, hemos de alertar contra este
sistema de pensamiento por el riesgo de caer en un entrenamiento altamente específico y
truncar prematuramente logros deportivos a largo plazo (Slepica, 1991; Gambetta, 1990;
Tucciarone, 1994; Lehmann, 1994). Entre otras razones, la ID es un aspecto muy
importante en la vida de un sujeto, particularmente en su vertiente deportiva, debido a que:
a) La ID sirve de
Dependiendo de cómo se haga la ID, la vida deportiva podrá ser más o menos
periodo de transición hacia la vida deportiva en la edad adulta.longeva
b) Durante los 7-8 años que puede durar la
crecimiento y la maduración
mayor que la del resto de la vida deportiva de una persona, incluso de las que
hagan todo el trayecto completo del deporte de competición (normalmente hasta los
28-30 años). Este hecho hace de la ID un periodo especialmente sensible y
vigilante de los usos, posibles abusos y carencias que pudieran darse con el
entrenamiento.
y más o menos exitosa desde el punto de vista estrictamente deportivo.ID acontece un amplio tramo del. La amplitud de este tramo del desarrollo es mucho